Reseña de Ayinger Winter Bock: se acerca la cerveza de invierno

La cerveza no está reñida con el frío. Si bien su consumo es mayor en verano, existen estilos de cerveza pensados para disfrutar en invierno. Nuestra bebida es más que un refresco contra el calor. Entre los meses de noviembre y enero, algunas marcas lanzan cervezas especiales para esta época del año. Es el caso de la cervecera alemana Ayinger con su referencia Winter Bock.

En la web oficial de Ayinger, los cerveceros bávaros comentan que "la receta de esta cerveza se remonta a la tradición monástica. El proceso de triple maceración con cuatro tipos de malta otorga a la Doppelbock su característico perfil maltoso y su aspecto oscuro. El tiempo de almacenamiento de dieciséis semanas produce un sabor pronunciado y completo".

En Ayinger Winter Bock encontramos una cerveza de baja fermentación estilo Doppelbock. La centenaria cervecera bávara es puntera en este estilo, ya que fabrica también una Weizenbock y la popular Celebrator, escoltada por dos cabras. Ayinger Winter Bock resulta una cerveza oscura con reflejos cobrizos a contraluz. Contiene poco gas, así que produce poca espuma de color tierra. Parece filtrada o decantada, pues no deja posos. En cuanto adquiere temperatura apreciamos aromas a licor, caramelo y tostado.

Desde el primer trago notaremos un sedoso dulzor. Ayinger Winter Bock ostenta cuerpo medio sin llegar a la densidad de una cerveza de trigo. Apenas aparece lúpulo. Conforme se templa, descubrimos matices tostados, notas de cereal y un amargor final muy ligero. Incluso puede recordarnos a regaliz.

Ayinger Winter Bock es una cerveza de perfil maltoso que en boca ofrece sensación de plenitud. La experiencia resulta agradable sin estridencias. Mejora con la temperatura. El alcohol pasa desapercibido, aunque al final calienta la garganta. Es un peligro. Por sus propiedades, esta cerveza de invierno funciona bien con morcilla picante o salchichas especiadas.

¿Es una cerveza de invierno solo por la etiqueta? No. Ayinger Winter Bock tiene sentido en el frío invierno porque puede disfrutarse a temperatura ambiente. Permite trago lento y reposado. No necesita más lúpulo. Su perfil dulce y cálido, sumado al formato de medio litro, hacen de ella una delicia para compartir. Invernalia ha encontrado a su reina, y es alemana.